No existen enfermedades sin malas digestiones
Dentro de semejante cajón de sastre podríamos incluir desde las molestias estomacales mas diversas, desde la sensación de hinchazón abdominal hasta la acidez leve o moderada, pasando por el ardor constante y persistente hasta los diferentes tipos de gastritis.
Pero también, entendiendo la digestión como el largo proceso (de 6 a 8 horas de duración) que transcurre desde que ingerimos un alimento, iniciándose con la salivación/masticación, hasta que se excretan por vía rectal aquellas sustancias que nuestro organismo no ha podido aprovechar o no son aprovechable, los desechos, en cualquier caso, serían considerados problemas digestivos problemas relativamente novedosos pero cada vez mas frecuentes como la permeabilidad intestinal, el colon irritable o la enfermedad de crohn, o los desajustes causados por la proliferación incontrolada del Helicobacter Pylori.
Atención específica requieren las intolerancias alimenticias, desde la celiaquía hasta la intolerancia a la lactosa, pasando por toda la gama indigestiones, en sus diversos grados, de algunas proteínas.
- Ante tal variedad de trastornos que pueden estar a su vez interconectados con diferentes áreas o sistemas orgánicos, en este sentido la Medicina Occidental es cada vez menos reacia a vincular toda la gama de patologías digestivas con el estado emocional de la persona, no cometeremos la temeridad de intentar abordarlas todas en un artículo de esta naturaleza, pero sí ofrecemos algunas recomendaciones, no por obvias, la mayoría, menos importantes y poco practicadas en general, que coinciden con el paradigma de integrar los conocimientos fisiológicos y científicos occidentales, con la Sabiduría Médica Oriental:
- Siga, en lo posible, unos hábitos de alimentación constantes y fijos, en cuanto a horario de las comidas y la distribución de nutrientes según las comidas. Quiere ello decir, distribuya las diferentes comidas a lo largo del día e intente comer siempre a las mismas horas. Y planifique también el tipo de nutrientes, por ejemplo, evite los hidratos de carbono por las noches, en favor de las proteínas por su naturaleza de asimilación intestinal.
- Cuide al máximo el lugar, la compañía, el ambiente, el entorno, etc., en cada una de sus comidas. Así como su estado mental y emocional en el momento de comer. Este aspecto, cada vez mas estudiado por la endocrinología occidental, ya era absolutamente observado por la Medicina Oriental y en general por las culturas clásicas hace mas de tres mil años, de aquí muchos de los rituales de las diferentes culturas donde, en definitiva, lo que se trataba de preservar al otorgar el rango de “momento sagrado” era el mejor estado emocional y orgánico posible para el óptimo aprovechamiento de los nutrientes con el menor coste energético.
Por supuesto, pero no es baladí que lo mencionemos en tercer y no en primer lugar, debemos procurarnos alimentos (y también pensamientos y emociones) de la mejor calidad posible, de nada nos aprovechará la mejor fruta ecológica y en su tiempo de maduración si nos la comemos deprisa y corriendo en un ambiente percibido como hostil, o mientras nos intoxicamos con un programa inmundo de televisión.
En otro artículo nos extenderemos sobre el análisis de los diferentes alimentos y sus naturalezas, aportando la visión de la Dietoterápia China, origen de la Macrobiótica, y que alimentos y no otros son mas adecuados para cada momento y tipo de Persona.
Nos remitimos a la información contenida en el apartado de nuestra web sobre como tratamos los diferentes Trastornos digestivos con Acupuntura y Medicina Tradicional China, que como podréis observar se aleja ligeramente de la toma sistemática y en muchos casos “de por vida” de anti ácidos y protectores estomacales (Omeprazol), que por cierto no deja de tener gracia que se denomine protector al producto que inhibe la función de nuestro sistema digestivo...o de la ingesta de antidepresivos en las patologías de colon, aunque no dudamos de su origen emocional.
